no puedo anhelasr mejor ecenario cupido para lanzar una de sus inesperadas flechas, q aquel jardin brillante y frundoso al que llego el joven calistoen pos del halcon con el q cazaba por aquella pradera.
violo sobre volar la elevada tepia de una fimca ,y el tanbiem la salvo. fue en este presiso mumento cuando la flecha de cupido comenso a hacer sus estragos cracteristicos
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